miércoles, 8 de febrero de 2012

FE (I)


Primera relación sería después de un largo noviazgo fracasado. 
Después de cinco años con la misma persona crees que en la siguiente relación podrás asumir las cosas de otra forma, que no cometerás los mismos errores y sobre todo harás que esta vez funcione.

Pero resulta que una vez dentro de la relación no es tan fácil, y ya estoy tan adentro que si algo falla caigo al vacio en segundos. 



Es inevitable volver a sentirme tan vulnerable, tan sustituible, tan aterrorizada, porque esta vez me pueden hacer pedazos. 
Ya tuve que sobrevivir una vez, y supongo que podría volver a hacerlo una segunda, pero esta vez es tan diferente…

Después de aprender del pasado, piensas en hacer las cosas bien, ahora vas poco a poco, pensando casi cada paso y empiezan a aparecer las ganas, la ilusión, de nuevo te sientes completa e incluso dependiente, ya que, ahora, gran parte de mi felicidad, casi el cien por cien de ella, depende de una única persona.

Es inevitable comparar (queda feo, pero lo hacemos) porque sabes que ya te pasó una vez, que ya conociste al amor de tu vida, que ya sería para siempre y no fue así. Un día todo acaba, vuelves a estar sola, y todos los planes, recuerdos, palabras y sitios que tuvisteis se quedan en el lado de “prohibido reutilizar”.
...
Lo que no sabía en ese momento, es que sólo se quedan ahí hasta que alguien decide exhumarlos, alguien que desentierra de nuevo tus ganas de idear, que engendra nuevos recuerdos y te descubre lugares nuevos. Alguien que vuelve a darle sentido a todo, que llega con ganas de quitarme los miedos, pero sobre todo alguien que quiero que venga para quedarse.


Como ÉL dice: Ten Fe.