Si quisiera… podría controlarte.
Si quisiera… podría saber lo que haces.
Ya lo hice antes, no soy nueva en esto. No eres consciente de
lo que sé y lo masoquista que puedo llegar a ser. Es increíble el terror que me da el saber
y, sin embargo, las ansias que tengo por conocerlo todo.
Cada noche me planteo buscar hasta encontrar algún secreto y,
cada una de ellas, lucho por no hacerlo, pensando “de qué me sirve, no puedo obligarle a ser como querría. Si no da lo
que espero, sabré que debo hacer.”
Así, intento aguantar día a día. Así intento contener el
miedo, las dudas, a ese yo que por
dentro me empuja a hacerlo. Y es que lo registraría todo, examinaría hasta el
último detalle, suponiendo qué quiere decir algo, teniendo claro que todo es
verdad porque ya tengo razones para dudar…
Pero, hoy, no voy a hacerlo.
Hoy, dejo que todo siga como debería; porque hoy todo está
bien.