martes, 24 de enero de 2012

Noches de ti

Tumbados, iluminados levemente por un par de barras halógenas, me hablas de tu ayer. Tus ojos, a veces miran al infinito algo emocionados, evocando sentimientos pasados con esa mirada que aún me da miedo, miedo de que aún haya algo presente.

Tus palabras lo llenan todo, no quedan silencios ni ruidos. Mientras me cuentas cómo te sentías, cómo pasó el tiempo y cómo todo aquello quedó atrás, yo en milésimas de segundo pienso, tiemblo, suspiro y me lleno de peros, de imágenes inventadas, de escenas supuestas que, rápidamente, se vuelven absurdas cuando vuelves a centrar tu vista en mi. Es entonces cuando todo se desvanece, cuando evaporas todo el temor, cuando destierras al miedo, tu mirada no deja sitio a nada más, ni siquiera es necesario que hables para que todo quede en calma.




                         - Te quiero.  

                         - Y yo a ti,           preciosa.






Y es entonces cuando sólo se nos ocurre besarnos, unas veces despacio y otras como si llegase el fin del mundo, abrazándonos, desnudos, encajando a la perfección y llenos de paz.


[ 3 ] CJ
23-10-2011 

1 comentario:

  1. Que afortunado debe ser el chico que esté contigo. Espero que lea esto, porque es precioso. Las palabras y lo que hay detrás de las palabras. Seguro que con estos gestos tuyos, estás consiguiendo que él fulmine sus miedos y se dé cuenta de que no quedan más alternativas que estar a tu lado.

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